Después de 15 minutos, don Valentín, un hombre adulto mayor, introduce la última boleta de colores en la urna para elegir jueces locales y federales, y sonríe aliviado a su esposa Maribel, que lo espera afuera de una casilla ubicada en la calle Rodríguez Clara de la ciudad de Xalapa, en la capital de Veracruz.

-Ya estaba saturado de tantos nombres –suspira el hombre extendiendo ambos brazos y dirigiendo la mirada al cielo colmado de nubarrones grises. Valentín se refiere al extenso listado de nombres de los 262 candidatos a jueces locales que participan en esta primera elección judicial en México.

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-Por primera vez tienen que votar en dos casillas diferentes y para elecciones distintas. ¿Esto les complicó la votación? -se les pregunta.

Don Valentín hace un alto en el camino y asiente con la cabeza.

-¿Cómo tomó entonces la decisión de por quién votar? –se le vuelve a preguntar.

El hombre se lleva la mano al mostacho gris.

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-¿Entonces, hubo preferencia por los candidatos y candidatas que propuso el comité de evaluación del poder Ejecutivo?

-Sí, esa fue mi preferencia.

-¿Y para los jueces locales? 

-Pues son muchísimos candidatos y no los conozco, así que elegí por lo que vi en redes sociales.

-La verdad, no conocemos a esas personas –interviene en la entrevista doña Maribel-. Votamos por las que creíamos más convenientes, pero no las conocemos. 

-¿Y por qué votaron si no conocen los perfiles? –se cuestiona al matrimonio, que reanuda a paso lento el camino hacia la siguiente casilla, a una cuadra de distancia. 

-Pues por conciencia –responde de inmediato Valentín–. Porque si no voto, el absentismo genera mucha confusión y prefiero, voluntariamente, ejercer mi voto para que no se pierda. Quizá me equivoque con mi votación, pero me da más tranquilidad votar que dejar mi voto en blanco y que alguien más lo pueda llenar.

A continuación, el hombre explica que él y su esposa ya tenían un acuerdo antes de votar: si se les complicaba mucho elegir entre la maraña de candidatos a jueces, tacharían su voto por la desconfianza que les genera dejar en blanco el sufragio. 

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-Por la experiencia que tenemos –dice el hombre señalándose el pelo blanco–, es mejor marcarlas, tacharlas, a que se vayan en blanco. Es preferible que sea voto nulo a dejarlas en blanco y que alguien pueda darle un mal uso, porque se las llevan de aquí y pues, ¿a dónde van a parar esas boletas? Pues no sabemos –plantea Valentín que, menos de cinco minutos después de salir de la casilla para votar por jueces, llega a la siguiente casilla con su esposa para emitir ahora el voto por la presidencia municipal de Xalapa.

“Hubo mucha confusión”: votante en elección judicial 

Selene, psicóloga de profesión, tuvo que desplazarse más lejos para poder emitir su voto para elegir jueces. Al menos, un par de kilómetros y entre unos 20 y 30 minutos en auto por el tráfico de la mañana. 

Ella, al ser natural de Oaxaca, debía encontrar una casilla especial, por lo que días antes trató de informarse por medios de comunicación dónde estaría instalada esa casilla. La información inicial era que debía llegar a la casilla especial instalada en el centro histórico, muy cerca del Palacio Municipal y de la Catedral Metropolitana de Xalapa, junto a unos portales de estilo colonial y unos cafés típicos de la ciudad. 

Hasta esa casilla llegó antes de las 8 de la mañana para hacer fila y no demorarse mucho tiempo, pues había leído en los medios que cada persona se tardaría, en promedio, al menos 10 o 15 minutos en elegir entre la larga lista de candidatos a jueces, aunque en su caso la elección se redujo solo a los jueces federales, pues al no ser veracruzana no podía elegir entre los 262 que compiten en el estado. 

Pero ya estando en la casilla especial, le dijeron que ahí no podía votar.

-Hubo bastante confusión –lamenta la mujer–. Durante un buen rato no sabíamos dónde teníamos que votar.

 A Carmen, una señora menuda y de mediana edad, le sucedió lo mismo. Acudió temprano a la casilla especial del centro con la intención de participar en la votación del poder judicial, pero se encontró con que nadie sabía a dónde mandarla. 

-Me trajeron de aquí para allá –se queja la señora.

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Y lo mismo le sucedió a Jorge Luis Sánchez, maestro de profesión, que tuvo que investigar y preguntar aquí y allá, hasta que, al final, alguien le dijo que, puesto que no era ciudadano de Xalapa sino de otro municipio veracruzano, tendría que trasladarse hasta la casilla especial que se instaló en la Central Camionera de la capital veracruzana, a algo más de 2 kilómetros de distancia.

–Ha sido complicado votar, sobre todo por la confusión –dice el maestro ya desde la central de autobuses donde, a eso de las 8 de la mañana, comenzó a formarse una larga fila de personas foráneas que también querían emitir ahí su voto. Por los pasillos de la terminal hubo momentos en los que se mezclaron los pasajeros de los autobuses con los ciudadanos que buscaban participar ahí hasta en tres elecciones: la municipal, la de jueces locales, y la de jueces federales.

-Vengo más interesada en votar por la elección municipal –dice Fernanda, una joven enfermera que está en la larga fila que sale hasta la bahía por donde transitan los taxis de la central. 

-¿Y no piensas votar para elegir jueces? –se le pregunta. 

-No sé muy bien quiénes son los candidatos, la verdad –reconoce la joven–. Tuve mucha más información de los candidatos a las alcaldías que de los jueces, por eso no he tomado aún una decisión. 

-Pero ya estás en la fila para votar… ¿aún no sabes por qué jueces votarás? –se le insiste a la enfermera, que sonríe entre nerviosa y tímida.

-Así es –encoge los hombros-, no tuve mucha información de los candidatos a jueces. No hubo mucha publicidad.

Alicia está unos pasos más adelante en la fila, y también admite que no tiene casi nada de información de los candidatos a jueces. 

-¡Es que son un chingo! –ríe con los ojos muy abiertos.

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A continuación, la mujer expone que no tiene muchos parámetros a partir de los cuales decidir a qué candidato le dará su voto, de ahí que tomar una decisión le cueste mucho.

-¿En qué se fijó entonces para decidir su voto? –se le cuestiona.

-Pues miré en el Instituto Nacional Electoral (INE) el perfil de su carrera judicial; es decir, qué han hecho, cuál es su formación académica, o la experiencia que han tenido en el pasado, y cómo actuaron en otros casos.

-¿Sabes cuántos candidatos tienes que elegir?

-No lo tengo claro, imagínate –se encoje de hombros–. Sé que se han difundido imágenes de cómo son las boletas, por colores y así, pero si me preguntas si en una misma boleta se eligen todos, o si será en varias, la verdad es que no lo sé. 

Susana, que también está en la fila, interviene para apuntar que, en su opinión, “la comunicación que ha hecho el gobierno federal y estatal en la elección a jueces ha sido muy mala”.

-La presidenta Sheinbaum es la que ha intentado a nivel nacional explicar cómo iba a estar la cosa con los jueces, pero pues medio sabemos, medio nos imaginamos. Esperemos que la próxima elección sea mejor y haya más información de las personas por las que votamos. 

“Hay perfiles muy interesantes entre los jueces”

Después de 4 horas en la fila y de otros 15 minutos en introducir todas las boletas de colores en la urna para jueces, la oaxaqueña Selene asegura que ella, en cambio, sí se muestra esperanzada con la reforma judicial propuesta por el expresidente López Obrador y con el ejercicio de votar para elegir a los impartidores de justicia.

 -Creo que esta reforma trae una justicia más accesible, más cercana y con un lenguaje que como ciudadanos de a pie vamos a poder entender de forma más accesible. Además, incluye una visión de género y trae una perspectiva más amplia de justicia social y de derechos humanos. Hay perfiles muy interesantes entre los jueces y por eso me costó elegirlos.

-¿Tu usaste este famoso ‘acordeón’ para votar? –se le pregunta, haciendo referencia a la guía para votar entre cientos de candidatos y candidatas que ha causado polémica, pues si bien el INE dijo que es una herramienta válida, siempre y cuando no se ‘dirija’ el voto, hay quienes denuncian que se trata de una forma de coaccionar a los votantes.

–Sí, lo traigo aquí en el celular –responde–, pero el acordeón es solo una guía. Yo me basé en otros referentes para votar por los jueces, leí sus perfiles en el INE y me informé de quiénes son, y de ahí saqué mi propio criterio para votar.

Don Mateo, de unos 60 y pocos años, acaba de llegar a la fila para votar por los jueces. Son casi las 12 del mediodía y dice que viene armado de paciencia para emitir su sufragio, pues está convencido de que la nueva forma de elegir a los impartidores de justicia es benéfica para el país y el combate a la corrupción y la violencia.  

-Es un poder que se debe renovar a partir de los ciudadanos, de lo que elija el pueblo, y no como hasta ahora, que se hacía de manera unilateral. Yo no quiero que se impongan a los funcionarios, sino que se puedan elegir.

-¿Usted cree que hubo suficiente información de cada uno de los candidatos a jueces? –se le cuestiona al hombre, que de inmediato asiente con la cabeza.

-Sí, lo creo. Me parece que hubo suficiente información para que todos salgamos a votar –concluye el hombre. 

Violencia en la jornada electoral de Veracruz

En cuanto a la violencia durante la votación en Veracruz, estado que ha vivido en esta campaña uno de los procesos electorales más violentos de su historia, con dos candidatos y un aspirante asesinados, además de múltiples ataques y amenazas que provocaron que decenas de candidatos y candidatas se bajaran de la contienda y que al menos 170 pidieran protección a las autoridades, la jornada se desarrolló en relativa calma, salvo por lo sucedido en algunos puntos de la entidad. 

Por ejemplo, el representante del partido Movimiento Ciudadano, Floylán Ramírez Lara, denunció que la casa de campaña de su candidata a la alcaldía de Xico, a escasos kilómetros de Xalapa, fue baleada por hombres que viajaban en motocicletas.

También se reportaron grupos de choque y hasta robo de boletas en colonias de Ciudad Mendoza, en la zona montañosa del centro del estado, por lo que se cerró por un momento la votación, aunque posteriormente todo volvió a la normalidad y la gente pudo votar.

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En Rodríguez Clara, donde a una semana de terminar la campaña la candidata de Movimiento Ciudadano, Xóchitl Tress, sufrió un atentado a balazos en su casa de campaña, en el que perdió la vida la fotógrafa y periodista Avisack Douglas, ayer domingo el candidato del PRI denunció intimidaciones de hombres armados a bordo de camionetas.

Asimismo, se solicitó seguridad en los municipios de Atzacan, Tuxpan y Tlacojalpan, mientras que en Santiago Tuxtla se registraron intimidaciones a votantes.