Los gobernadores de Coahuila, el priista Manolo Jiménez, y de Quintana Roo, la morenista Mara Lezama, lograron que la totalidad de los perfiles aprobados por sus respectivos comités de evaluación para renovar los Poderes Judiciales estatales ganaran los cargos en juego con al menos 50% de los votos, y gracias al diseño de las boletas que sólo permitió votar por bloques completos de candidaturas.
Ello porque como te contamos en esta nota, las boletas sólo permitían el voto en bloque por los grupos de candidaturas aprobadas por cada comité de evaluación. Lo cual, por un lado facilitó a la ciudadanía la decisión y a los funcionarios el conteo de votos, pues sólo tenían que marcar la opción de su preferencia.
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Pero por otro lado, convirtió a la elección judicial local en un ejercicio parecido a un referéndum, donde la ciudadanía no votaría en sí por los perfiles para magistraturas o jueces, sino para respaldar a los titulares de los Poderes estatales, según explicaron especialistas a El Sabueso.
En Coahuila, los votos para las planillas del Poder Ejecutivo para el Tribunal de Disciplina, tribunales de distrito y el Tribunal Superior de Justicia obtuvieron más del 60% de los votos, mientras que para personas juzgadoras sumaron 59.8%.
De este modo, la totalidad de las candidaturas propuestas por el comité del Poder Ejecutivo estatal se integrarán al Poder Judicial.
En contraste, las planillas de los poderes Legislativo y Judicial oscilaron entre el 12 y el 14%, cifras muy similares a los votos nulos, de acuerdo con datos del Instituto Electoral de Coahuila (IEC).
Pero además de este triunfo arrasador, la mayoría de las candidaturas palomeadas por el Poder Ejecutivo también se encontraba en las demás planillas.
Por ejemplo, seis de los nueve candidatos al Tribunal Superior de Justicia (TSJ) estaban presentes en las tres planillas; mientras que para las magistraturas de distrito, los comités de los tres poderes presentaron los mismos cuatro perfiles.
En el caso del Tribunal de Disciplina, la candidatura de Dulce María Fuentes Mancillas estaba presente en las tres planillas, mientras que Rodolfo Rábago se repetía en la propuesta del Poder Judicial.
Mientras que para personas juzgadoras, de las 90 candidaturas para las especialidades familiar, civil, mercantil, penal y laboral, 68 candidaturas estaban presentes en los tres listados, es decir, 75.5%.
En el caso de Quintana Roo, las planillas de candidaturas avaladas por el comité del gobierno estatal registraron 49.8% de los votos para los tribunales Superior de Justicia y el de Disciplina Judicial.
En tanto que en la elección de personas juzgadoras, los aspirantes avalados por el comité del Ejecutivo registraron 52% de los votos.
En contraste, las planillas de los otros poderes y los votos nulos oscilaron entre el 15 y el 18%.
En el caso de las listas de Quintana Roo, siete de las 12 candidaturas al TSJ tenían garantizado su lugar, pues se repetían en las listas de los comités de los tres poderes; mientras que para el Tribunal de Disciplina, Marco Antonio Torre, apareció en los tres listados además de que fue el único candidato masculino para ocupar una de las tres plazas disponibles, por lo que tenía prácticamente asegurado su triunfo.
Mientras que en las planillas para personas juzgadoras, en Quintana Roo se presentaron dos tipos de boletas, identificadas como A y B. En el primer caso, 30 de las 52 candidaturas presentadas por el Ejecutivo estaban presentes en las tres listas (57.6%); mientras que en el segundo, ocurrió con 22 de los 53 perfiles (41.5%).
El diseño de las boletas para votar por bloque en Quintana Roo fue aprobado luego de una solicitud presentada por la Consejería Jurídica del Gobierno estatal, de acuerdo con Proceso. Esta decisión permitió garantizar que ciertos perfiles, avalados por distintos comités de evaluación, tuvieran un lugar seguro en el Poder Judicial estatal.