Lenia Batres Guadarrama, educada desde la infancia bajo los ideales de la filosofía marxista, misma que utilizó para convertirse integrante fundadora del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), y que llegó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) como ministra designada directamente por el expresidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), se disputa un cargo como próxima presidenta del máximo tribunal.
Con el 100% de las actas computadas y con 5 millones 802 mil 19 votos a su favor, la candidata nombrada por el partido Morena como “ministra del pueblo” encabeza la lista de las mujeres a ministras de la Corte.
Además, un ‘hueco’ en la reforma judicial dejó la puerta abierta para que Lenia pueda dejar su puesto hasta septiembre de 2039, llegando a cumplir no solo los 15 años que originalmente le fue concedido para ocupar un cargo como ministra, sino además tener una ampliación de nueve meses más en su cargo.
Esta extensión de tiempo como ministra, sumado a otros aspectos relevantes como sus relaciones familiares en Gobierno y señalamientos por supuesta “mala preparación” y falta de imparcialidad, marcan a un personaje que ocupará uno de los cargos más importantes del país. Esta es su historia.
Lenia Batres Guadarrama nació en la Ciudad de México el 6 de agosto de 1969, en el seno de una familia de clase media. Sus padres, Cuauhtémoc Batres y Rosario Guadarrama, eran dos profesores que egresaron de la Escuela Normal Superior, razón por la cual desde su infancia ella tuvo acercamiento con ideales de izquierda.
De hecho, sus padres decidieron ponerle a sus hijos los nombres de Viétnika -una combinación de las palabras Vietnam y Nicaragua, dictaduras de izquierda-, Lenia –en honor a Vladimir Ilich Ulianov Lenin, principal dirigente bolchevique-, Valentina -en memoria de Valentín Campa, líder sindical y político de izquierda que fue candidato presidencial del Partido Comunista Mexicano-, Olinamir y Martí, -para recordar a José Martí, revolucionario cubano considerado Héroe Nacional-, para dejar clara su ideología.
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En particular, el nombre de Lenia Batres buscaba resaltar la afinidad que la familia Batres Guadarrama tenía con el marxismo, una teoría política, económica y social que se basa en las ideas del filósofo y economista Karl Marx, quien criticaba el capitalismo y creía que la lucha de clases es el motor de la historia.
En 1988, a los 19 años, consiguió su primer trabajo como “cajera” donde se dedicó al “cobro de mercancías de supermercado” en las conocidas “tiendas Gigante” de la Ciudad de México, desde donde saltó a un puesto como “correctora de estilo” de la Revista Proceso, de acuerdo con su curriculum vitae.
Un año después, Batres obtuvo su primer cargo público como “enumeradora” del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), donde se dedicó a la aplicación de encuestas para el IX Censo de Población y Vivienda.
Aunque desde ese entonces tomó una serie de diplomados, cursos y talleres en materias tan variadas como ciencia política, estudios parlamentarios y marketing político, consiguiendo incluso un puesto como asesora para la “elaboración de iniciativas legislativas” en la Cámara de Diputados y diputada federal por el Partido de la Revolución Democrática (PRD, de 1997 al 2000), no fue sino hasta el 2008 cuando estudió la carrera de derecho en la Universidad Humanitas.
En su juventud, Lenia fue militante del Partido Socialista Unificado de México (PSUM). Sin embargo, la creación del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en 2011, que nació como una asociación civil dedicada a impulsar la democracia y la defensa de la soberanía en México, y después la consolidación de este como partido político nacional en julio de 2014, marcó un antes y un después en las aspiraciones políticas de Lenia Batres, al volverse miembro fundadora del partido que llevó al poder al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Gracias a su cercanía con el político tabasqueño, en 2021 Batres pudo ser consejera adjunta de Legislación y Estudios Normativos de la Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal y más tarde ministra de la Suprema Corte.
El 14 de diciembre de 2023, el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador eligió directamente a Lenia Batres como nueva ministra de la Suprema Corte, para cubrir la vacante que dejó el ministro Arturo Zaldívar, quien renunció a su cargo para sumarse al equipo de campaña de la entonces aspirante presidencial por Morena, Claudia Sheinbaum.
Ese mismo día, Batres tomó protesta como ministra ante Congreso de la Unión, lo que ocurrió luego de que el Senado bateó en dos ocasiones la terna propuesta por el mandatario federal, que mandó previamente perfiles considerados por la oposición como personajes “inelegibles”, principalmente por sus nexos con el partido en el poder.
Tal fue el caso de María Estela Ríos, exconsejera jurídica de presidencia que también compite para ser ministra de la Corte, Bertha María Alcalde Luján, actual titular de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México y hermana de la presidenta de Morena, Luisa María Alcalde Luján.
Por ejemplo, la candidatura de Lenia Batres fue criticada debido a que su hermano, Martí Batres, era en aquel entonces Jefe de Gobierno de la Ciudad de México por Morena, un puesto que asumió luego de que Claudia Sheinbaum decidió participar en el proceso de selección para ser la próxima abanderada rumbo a la elección presidencial. Martí Batres actualmente es director del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado.
Pese a las críticas, el 4 de enero de 2024, Lenia Batres asumió como nueva ministra de la Corte, incluso rodeada por la cúpula morenista, para ocupar su cargo hasta el 2039. Ese día, Batres dio un mensaje en el que aprovechó la oportunidad para arremeter contra varias de las decisiones de las y los ministros de la Corte, estrategia que no ha parado de usar hasta hoy en día.
Ya dentro de la Corte, la ministra Lenia Batres fue una pieza fundamental para legitimar la reforma al Poder Judicial propuesta por AMLO, no sólo confrontando directamente a sus pares en el Pleno sino aprovechando cada oportunidad que tenía para criticarlos mediante redes sociales y foros abiertos.
Así, en septiembre de 2024, López Obrador publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) su reforma judicial por medio del cual decretó que jueces, magistrados y ministros serían elegidos mediante voto popular a partir de este 2025, mismo en el que se agregó un “pase automático” para aquellas ministras en funciones que quisieran participar en la elección.
En dicho decreto quedó establecido que las y los nuevos ministros de la Corte estarían en su cargo 12 años, pero en uno de sus artículos transitorios las y los legisladores dejaron una cláusula para permitir que las ministras “en funciones”, que resultaran electas en la elección extraordinaria de 2025, pudieran permanecer en su cargo por el período que restara a su nombramiento original, es decir de 15 años, incluso dándoles una extensión “por el tiempo adicional hasta la próxima elección”.
En otras palabras, la reforma judicial dejó abierta la puerta para que Lenia Batres prolongue su salida, que originalmente sería el 14 de diciembre de 2038, hasta pasadas las elecciones de 2039, lo que haría que salga hasta el 1 septiembre, durando así tres años más que sus pares elegidos por voto popular y casi nueve meses más que sus compañeros actuales del Pleno de la Corte.
Ya dentro de la Corte, la ministra no sólo ha sido fuertemente criticada por una supuesta “mala preparación”, que incluyen deslices como mencionar artículos de la Constitución que no existen o votar en contra de sus propias propuestas, sino además por ausentarse de diversas sesiones de la Suprema Corte o mostrar falta de imparcialidad en asuntos relevantes.
Por ejemplo, el 12 de marzo, debido a que la ministra Lenia Batres se retiró de la sesión privada de la Segunda Sala de forma imprevista, la sesión ordinaria que se tenía programada para ese día tuvo que ser suspendida, lo que impidió que las y los ministros pudieran discutir otros 36 asuntos que estaban listados para resolverse.
La ministra dio a conocer que se retiró de la sesión privada debido a la “intención” que había de sus compañeras y compañeros de Sala de declararla como impedida para conocer y votar sobre un amparo (492/2023) en el que se discutiría sobre las facultades de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) para requerir información bancaria del empresario Ricardo Salinas Pliego.
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“Considero que se trata de un acto de sometimiento y complicidad de integrantes del máximo órgano jurisdiccional de nuestro país a los intereses ilegítimos de los poderes fácticos”, informó mediante un mensaje publicado en su cuenta de X, antes Twitter.
La Segunda Sala, por su parte, aseguró mediante un comunicado que por unanimidad de votos declaró como “legalmente impedida” a la ministra Lenia Batres para participar en la votación de este asunto, principalmente para respetar el principio de justicia imparcial, que se entiende como “el deber que tienen los juzgadores de ser ajenos a los intereses de las partes dentro de una controversia y de resolverlo sin favorecer o perjudicar indebidamente a ninguna de ellas”.
En este documento, la Segunda Sala adjuntó diversas manifestaciones expresadas por la ministra Lenia Batres en su cuenta de X “@LeniaBatres” en contra del empresario, en las que se pueden ver que ha utilizado calificativos y connotaciones despectivas contra Salinas, “razón suficiente para estimar que se encuentra impedida para conocer del amparo”.
El viernes 27 de marzo, en lo que fue la última sesión pública de los jueves del Pleno de la Suprema Corte, la ministra Lenia Batres abandonó la sala, provocando que la sesión concluyera de manera anticipada, dejando pendientes así la resolución de dos controversias constitucionales.
El 9 de abril de 2025, la ministra Lenia Batres se volvió a ausentar de la Suprema Corte, dejando sin quórum por segunda vez a la Segunda Sala, que tenía listado para resolver ese día un total de 21 asuntos.
De acuerdo con diversos medios de comunicación, el equipo de la ministra indicó que habían informado con antelación el retraso y que las autoridades de la Corte les aseguraron que no habría inconveniente. Sin embargo, al final se habría tomado la decisión de levantar la sesión.
Esta última falta ocurrió solo 11 días después de que arrancaran oficialmente las campañas de la elección judicial, fecha para la que la ministra ya había realizado diversos recorridos para promocionar su candidatura en entidades federativas como la Ciudad de México, el Estado de México, entre otros estados donde se pudo documentar que morenistas operaron a favor de Batres rumbo a la elección judicial.